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La calefacción por aire es un sistema de climatización que calienta el aire en un equipo central y lo distribuye por las estancias de la vivienda para elevar la temperatura ambiente. A diferencia de otros métodos (como radiadores o suelo radiante), aquí es el aire caliente el medio que transporta y emite el calor en las habitaciones de forma rápida y uniforme​. Este artículo sirve como guía para comprender cómo funcionan los sistemas de calefacción por aire centralizados, enfocándonos en dos modalidades principales: los sistemas por conductos de aire y los sistemas con fancoils (ventiloconvectores). Explicaremos sus elementos principales, características técnicas, ventajas, limitaciones y requisitos de instalación, de manera técnica pero accesible.

¿Cómo funciona la calefacción por aire?

En un sistema de calefacción por aire, el proceso básico es el siguiente: una unidad generadora de calor calienta el aire (o agua, según el caso) y este calor se distribuye a las distintas estancias mediante ventilación forzada. Dependiendo del diseño del sistema, la distribución puede realizarse directamente a través de conductos de aire y rejillas en cada habitación, o mediante unidades fan coil en cada estancia que calientan el aire localmente. En ambos casos, se logra caldear el ambiente rápidamente impulsando aire caliente hacia los espacios habitables. Muchos de estos sistemas son integrales, es decir, pueden funcionar tanto para calefacción en invierno como para refrigeración en verano, usando el mismo equipamiento con ligeras adaptaciones​. A continuación, desglosamos los elementos principales involucrados:

  • Unidad generadora de calor: Es el corazón del sistema. Puede tratarse de una caldera (de gas, gasóleo, biomasa) que calienta aire o agua, un equipo eléctrico, o una bomba de calor aerotérmica altamente eficiente. Este equipo genera el calor que luego será distribuido. Por ejemplo, en instalaciones modernas se utiliza frecuentemente una bomba de calor aire-agua o aire-aire (aerotermia) para calentar el fluido y proporcionar energía al sistema de aire caliente, aprovechando energía renovable del aire exterior de forma eficiente. La unidad generadora suele ubicarse en un cuarto técnico, azotea o falso techo, según su tipo.

  • Red de conductos de aire: Presente en los sistemas de aire centralizados por conductos. Son tuberías o conductos de distribución que llevan el aire caliente desde la unidad central a todas las habitaciones. Suelen instalarse ocultos tras falsos techos o en espacios de obra habilitados. Esta red incluye rejillas de impulsión (salida) por donde el aire caliente entra a cada estancia, y normalmente también rejillas de retorno por donde el aire más frío es extraído de las habitaciones de vuelta al equipo para recalentarse, formando un circuito cerrado de recirculación. Los conductos están diseñados con materiales aislantes para evitar pérdidas de calor y atenuar el ruido.

  • Rejillas de impulsión: Son las bocas de salida del aire caliente en cada habitación, conectadas a los conductos. Pueden colocarse en el techo o la pared superior de cada estancia. Su diseño (con lamas orientables, por ejemplo) permite dirigir el flujo de aire. Estas rejillas son prácticamente lo único visible de un sistema por conductos, lo que hace la solución muy estética y discreta​. Algunas instalaciones incluyen rejillas motorizadas o difusores regulables para controlar el caudal de aire en cada zona (sistemas de zonificación), aunque en configuraciones básicas todas las rejillas expulsan aire cuando el sistema está encendido de forma uniforme.

  • Unidades fan coil (ventiloconvectores): Son los emisores en los sistemas de calefacción por aire que utilizan agua caliente en lugar de aire directo para distribuir el calor. Un fancoil es básicamente un pequeño convector con ventilador: contiene un intercambiador de calor (serpentín) por cuyo interior circula agua caliente (o fría, si se usa para refrigeración), y un ventilador fuerza el paso del aire de la habitación a través de dicho intercambiador, calentándolo antes de expulsarlo de nuevo al ambiente. Los fancoils se instalan en el interior de las estancias (puestos en pared, techo o incluso ocultos en falso techo con su propia rejilla) y necesitan estar conectados mediante tuberías al generador de calor central (por ejemplo, una caldera o unidad aerotérmica). Su función es distribuir el aire caliente o frío dentro de la estancia de manera eficiente y rápida. Cada fancoil suele contar con su propio termostato o control de velocidad, permitiendo ajustar la temperatura de cada cuarto de forma independiente. Además, los fancoils pueden proveer calor y frío con un mismo equipo en cada estancia si la unidad generadora lo permite (por ejemplo, combinados con bombas de calor reversibles)​.

Calefacción por aire mediante conductos

En las instalaciones centralizadas por conductos, un único equipo central de climatización calienta el aire y lo impulsa a través de la red de conductos hacia todas las habitaciones. Este equipo puede ser, por ejemplo, un módulo interior de bomba de calor aire-aire (similar al de un aire acondicionado central) o un gran ventilador con resistencia/caldera que calienta el aire directamente. Normalmente se coloca en un falso techo (típicamente en pasillo, baño o zona de servicio), donde queda oculto junto con el entramado de ductos necesarios​.

Un sistema de calefacción por aire centralizado con conductos oculta sus tuberías en techos o paredes, dejando a la vista solo las rejillas de impulsión en cada estancia. El aire caliente circula por los conductos metálicos aislados y sale uniformemente por las rejillas, calentando rápidamente todas las habitaciones de la vivienda.

El funcionamiento es sencillo: el aire de la vivienda es recirculado constantemente. El equipo central toma aire (frío) de las estancias a través de las rejillas de retorno, lo calienta mediante su intercambiador interno (quemador, resistencia o evaporador de bomba de calor en modo calefacción) y luego impulsa ese aire calentado a presión por los conductos hasta las rejillas de impulsión en cada habitación​. Así, el ciclo se repite hasta alcanzar la temperatura deseada en el termostato.

Este tipo de sistemas destaca por calentar de forma muy rápida y homogénea toda la vivienda. Con un solo equipo funcionando, se consigue una climatización uniforme en todas las habitaciones, sin zonas frías, ya que el aire caliente se reparte por igual a través de las diferentes salidas​. Además, suelen ser sistemas muy discretos visualmente, pues lo único visible son las rejillas en techo o pared, manteniendo la estética limpia de los espacios. Muchos equipos de aire por conductos incluyen filtros de aire accesibles en la unidad interior, lo que ayuda a purificar el aire de la vivienda atrapando polvo y partículas mientras el sistema está en marcha, un extra en términos de calidad ambiental interior.

En cuanto al control, típicamente las instalaciones por conductos funcionan con un único termostato central (situado a menudo en el salón) que regula toda la casa. Al encender el sistema, todas las estancias reciben aire caliente simultáneamente. No obstante, es posible implementar sistemas de zonificación para regular caudales y temperaturas por separado en diferentes habitaciones instalando rejillas motorizadas o compuertas en los conductos, aunque esto añade complejidad y coste.

Calefacción por aire mediante fancoils

Los sistemas con fancoils funcionan de forma diferente: en lugar de mover aire caliente por conductos, mueven agua caliente hacia unidades terminales repartidas por la vivienda, que a su vez calientan el aire de cada estancia. En este esquema, la unidad generadora suele ser una caldera central (de gas, gasoil, etc.) o una bomba de calor aire-agua (aerotermia) que calienta agua en un circuito cerrado. Esa agua caliente circula por tuberías hasta llegar a los fancoils instalados en las distintas habitaciones.

Cada unidad fancoil toma el aire de la propia habitación (a través de rejillas en su carcasa o conductos cortos si el fancoil está oculto) y, mediante su ventilador interno, fuerza a que ese aire pase por el intercambiador de calor (serpentín) con agua caliente, elevando su temperatura antes de expulsarlo de nuevo al cuarto​. De esta forma se calienta cada estancia de manera independiente: cada fancoil puede encenderse, apagarse o regularse según las necesidades de esa habitación. Esto ofrece un control zonal muy preciso del confort térmico, ideal si diferentes habitaciones requieren temperaturas distintas o uso intermitente.

Esquema básico de una instalación de bomba de calor aerotérmica con fancoils para calefacción por aire. Se observa la unidad exterior e interior de la bomba de calor, un depósito de inercia y la red de tuberías que distribuye agua caliente hacia cada fancoil interior, los cuales soplan aire caliente en las estancias. Este sistema puede proporcionar calefacción y refrigeración con el mismo circuito.

Una ventaja clave de los sistemas con fancoil es que, usando agua como medio, pueden aprovechar distintas fuentes de energía. Por ejemplo, es común combinar aerotermia con fancoils, donde una bomba de calor aire-agua exterior calienta el agua que alimenta a los ventiloconvectores​. Este enfoque permite climatización eficiente todo el año: en invierno el agua circula caliente para dar calefacción, y en verano la bomba invierte el ciclo para producir agua fría que permita a los fancoils actuar como aire acondicionado. Todo con los mismos emisores, aportando calor y frío con un único equipo en cada estancia​.

En viviendas que ya disponían de una instalación de radiadores de agua, a veces es viable sustituir los radiadores por fancoils aprovechando la red de tuberías existente. Esto mejora la respuesta de la calefacción (al añadir ventilación forzada) y posibilita la refrigeración veraniega si se conecta a una bomba de calor, sin tener que abrir tantas canalizaciones nuevas. Los fancoils de formato suelo (similares en posición a un radiador convencional) o de pared extraplanos pueden integrarse discretamente, mientras que los de techo ocultos requieren un pequeño falso techo para alojarlos, desde donde impulsan aire a través de una rejilla.

Ventajas de los sistemas de calefacción por aire

Los sistemas centralizados de aire caliente ofrecen numerosos beneficios en el hogar:

  • Calentamiento rápido y homogéneo: alcanzan la temperatura de consigna en poco tiempo y reparten el aire climatizado de forma uniforme por toda la casa​, eliminando puntos fríos. Esto se traduce en un confort inmediato en todas las estancias.

  • Posibilidad de 2 en 1 (calefacción + refrigeración): a diferencia de otros sistemas dedicados solo a calor, un sistema de aire puede funcionar también como aire acondicionado en verano si está basado en bomba de calor o dispone de modo frío. Tanto los conductos centralizados como los fancoils permiten proporcionar calor y frío con el mismo equipo​, aprovechando la inversión en un único sistema de climatización anual.

  • Estética y espacio: es una solución discreta. En los sistemas por conductos, el equipo y las canalizaciones quedan ocultos; solo se ven pequeñas rejillas en techo o pared​, conservando la decoración interior sin radiadores a la vista. En el caso de fancoils, existen modelos compactos y ocultables que minimizan el impacto visual (por ejemplo, unidades bajo ventana o encastradas en falso techo).

  • Control por zonas (en sistemas con fancoils): dado que cada fan coil puede operarse individualmente, es sencillo ajustar la temperatura por habitación, encendiendo solo las unidades necesarias. Esto aporta flexibilidad y ahorro energético, ya que podemos calentar solo las estancias que estemos usando. (En sistemas por conductos también es posible mediante accesorios de zonificación, aunque de base suelen funcionar con control único.)

  • Integración con energías eficientes: estos sistemas son compatibles con tecnologías modernas de generación de calor, como la aerotermia. Por ejemplo, la calefacción por conductos con bomba de calor Inverter de última generación logra consumos muy reducidos y alta eficiencia estacional​. Igualmente, los fancoils pueden conectarse a instalaciones solares térmicas de apoyo o calderas de condensación, maximizando la eficiencia global del sistema.

  • Aire filtrado y limpio: la circulación forzada de aire a través de la unidad interior permite filtrar las partículas y mejorar la calidad del aire interior. Muchos sistemas incorporan filtros de aire que retienen polvo, polen u otras impurezas, lo cual beneficia a personas con alergias y mantiene el hogar más limpio. Además, es factible añadir sistemas de purificación extra (filtros HEPA, lámparas UV, etc.) en el equipo central.

Limitaciones y consideraciones de estos sistemas

Pese a sus ventajas, es importante tener en cuenta algunas limitaciones o inconvenientes de la calefacción por aire:

  • Necesidad de preinstalación o reforma: instalar una red de conductos en una vivienda existente puede requerir obras significativas (falsos techos, cajas de plenum, etc.)​. Por ello, este tipo de sistemas es más sencillo de implementar en obra nueva o reformas integrales. Los fancoils, por su parte, requieren tendido de tuberías de agua y desagües de condensados, lo que también implica trabajos si no hay preinstalación. Es crucial planificar el espacio para conductos o equipos desde el diseño de la vivienda.

  • Espacio ocupado y estructura: los conductos necesitan un espacio disponible en techos o pared para su recorrido (unos 20-30 cm de alto típicamente). Los equipos interiores (fan coil o unidad de conductos) también ocupan volumen y deben ubicarse estratégicamente (por ejemplo, el fancoil en cada habitación o un cassette central en pasillo). En viviendas pequeñas con techos bajos, esta puede ser una limitación importante. Asimismo, los fancoils de suelo/pared restan algo de espacio en la estancia, similar a un radiador en tamaño.

  • Ruido ambiental: al implicar ventiladores moviendo aire, estos sistemas pueden generar ruido durante su funcionamiento. En particular, los fancoils pueden emitir un sonido molesto cuando el ventilador trabaja a alta velocidad​, y los sistemas por conductos pueden producir ruido de aire saliendo por las rejillas si el caudal es elevado o la instalación no está bien insonorizada. La calidad del equipo y una instalación cuidadosa (aislamiento de conductos, ajuste de velocidades) mitigan este efecto, pero es un factor a considerar para quienes buscan el máximo silencio.

  • Mantenimiento regular: requieren cierto mantenimiento para funcionar de forma óptima. Es necesario limpiar o cambiar filtros periódicamente (tanto en unidades de conductos como en fancoils) para asegurar un buen flujo de aire y calidad del mismo. Los conductos pueden acumular polvo con el tiempo y, en ocasiones, es recomendable limpiarlos profesionalmente cada cierto número de años. Los fancoils, además de los filtros, tienen bandejas de condensados que hay que revisar (especialmente si se usan en modo frío) y motores que conviene mantener lubricados. Un mantenimiento deficiente puede reducir el rendimiento y la salubridad del sistema.

  • Distribución general vs. individual: un sistema por conductos convencional calienta todas las habitaciones a la vez sin distinguir usos, lo cual puede ser ineficiente si la vivienda está parcialmente ocupada (a menos que se instalen sistemas de zonificación). Por otro lado, un sistema con fancoils, si bien permite control por cuarto, implica encender múltiples equipos si se desea caldear toda la casa, con un mayor número de elementos susceptibles de avería o desgaste (varios ventiladores en vez de uno). Es importante evaluar las necesidades de climatización por zonas antes de elegir el tipo de sistema.

  • Inversión inicial: aunque no entraremos en detalles de costes, es cierto que la instalación de estos sistemas tiende a ser más costosa inicialmente que la de sistemas más sencillos (como radiadores eléctricos). La complejidad de la obra (conductos, equipos centrales, múltiples fancoils) supone una inversión notable. No obstante, muchas veces ese coste se ve compensado por las prestaciones (incluida la doble función de aire acondicionado) y por ahorros energéticos si se usan tecnologías eficientes.

Requisitos de instalación y consejos

Si estás considerando instalar un sistema de calefacción por aire en tu vivienda, ten en cuenta los siguientes requisitos y recomendaciones para una implementación exitosa:

  • Proyecto y dimensionado profesional: es fundamental contar con un diseño técnico adecuado. Un ingeniero o instalador especializado debe calcular las cargas térmicas de la vivienda, seleccionar un equipo generador de calor de capacidad suficiente y dimensionar correctamente los conductos (diámetros) o el número y tamaño de fancoils necesarios. Una mala planificación puede resultar en estancias que no alcancen la temperatura deseada o en un consumo energético excesivo.

  • Espacio para la unidad interior y conductos: asegúrate de disponer de un lugar para alojar el equipo principal. En sistemas por conductos, suele ir en un falso techo, armario técnico o cuarto de máquinas (requiere acceso para mantenimiento, y una bandeja de drenaje si también sirve para aire acondicionado). Los falsos techos para pasar conductos deben construirse con la altura suficiente y materiales adecuados. En sistemas con fancoils, planifica dónde irá cada unidad (por ejemplo, bajo ventanas, sobre puertas, empotrados en techo, etc.) y el trazado de las tuberías de conexión. Rejillas de ventilación: tanto las de impulsión como las de retorno deben ubicarse estratégicamente para favorecer una buena circulación de aire en cada sala (preferiblemente en alto para que el aire caliente descienda al mezclarse con el ambiente).

  • Aislamiento y calidad de materiales: emplea conductos prefabricados aislados o bien aisla in situ los conductos metálicos para evitar pérdidas de calor y condensaciones. Igualmente, las tuberías de agua hacia fancoils deben aislarse (especialmente si llevan agua fría en verano) para prevenir condensación y mantener la eficiencia. Elige equipos de buena calidad y baja sonoridad, con certificaciones de eficiencia energética (por ejemplo, etiquetas A+ o superiores en bombas de calor). Una instalación de calidad garantizará un mejor rendimiento a largo plazo.

  • Ventilación y aire fresco: aunque un sistema de calefacción por aire recircula principalmente el aire interior, es recomendable prever alguna entrada de aire exterior controlada para mantener la calidad del aire en casa. Algunos sistemas centralizados pueden conectarse a tomas de aire fresco o a recuperadores de calor, renovando parte del aire viciado. Consulta con el técnico la posibilidad de integrar ventilación mecánica al proyecto para un ambiente más sano.

  • Suministro eléctrico suficiente: los ventiladores, bombas de calor o calderas y los propios fancoils requieren alimentación eléctrica. Un sistema por conductos grande o varios fancoils funcionando simultáneamente pueden consumir una cantidad significativa de electricidad (aunque menos que radiadores eléctricos directos, gracias a la eficiencia de la bomba de calor). Verifica que la instalación eléctrica de la vivienda tenga capacidad (potencia contratada, cableado y protecciones adecuadas) para estos equipos, sobre todo si añades la función de aire acondicionado.

  • Profesionales cualificados: por último, confía la instalación y puesta en marcha a instaladores profesionales con experiencia en climatización. Ellos se encargarán de realizar las conexiones frigoríficas o hidráulicas correctamente, ajustar el gas refrigerante en caso de bomba de calor, purgar circuitos de agua, configurar termostatos y equilibrar los caudales de aire/agua en todo el sistema. Una correcta instalación es clave para evitar problemas futuros y garantizar que el sistema opere según las especificaciones.

Conclusión: tu confort en buenas manos

En resumen, los sistemas de calefacción por aire centralizados, ya sea mediante conductos o a través de fancoils, ofrecen una forma eficiente, versátil y rápida de climatizar tu hogar. Gracias a su capacidad de distribuir aire caliente de forma uniforme y de compatibilidad con tecnologías de bomba de calor, pueden brindar calor en invierno y fresco en verano con el mismo sistema, manteniendo un alto nivel de confort. Por supuesto, requieren una planificación cuidadosa y una instalación profesional para aprovechar todo su potencial sin contratiempos.

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