Instalar sistemas de aerotermia – bombas de calor aire-agua para calefacción, refrigeración y ACS – cuenta en 2025 con múltiples apoyos públicos en España. Estos incentivos, financiados en gran parte por fondos europeos, buscan acelerar la transición desde calderas de combustibles fósiles hacia tecnologías renovables más eficientes. A continuación, detallamos las subvenciones activas a nivel nacional, las ayudas autonómicas específicas, los beneficios fiscales vigentes y las diferencias clave entre instalaciones individuales y colectivas, todo en un lenguaje técnico pero accesible.
Programas de ayudas nacionales para aerotermia (2025)
El despliegue de bombas de calor en viviendas y edificios cuenta con importantes programas nacionales de ayuda, muchos enmarcados en el Plan de Recuperación financiado por la UE (NextGenerationEU). Estas subvenciones las gestionan el Estado (a través del IDAE y ministerios) en coordinación con las comunidades autónomas:
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Incentivos del IDAE a renovables térmicas (Plan Next Generation): Mediante el Real Decreto 477/2021 y sus actualizaciones, se concedieron ayudas directas a las CCAA para instalaciones renovables en el sector residencial. En el caso de la aerotermia aire-agua (las bombas de calor aire-aire quedan excluidas), la ayuda tipo es de 500 € por kW térmico instalado, con un tope de 3.000 € por vivienda (en viviendas de titularidad pública o tercer sector asciende a 650 €/kW con tope 3.900 €). Por ejemplo, sustituir una caldera por una bomba de calor de 6 kW daría derecho a 3.000 € (6×500€) de ayuda, alcanzando el máximo por vivienda. Además, se prevén incentivos adicionales si junto con la aerotermia se mejora la emisión térmica: +600 €/kW (máx. 3.600 €) si se instala suelo radiante, o +550 €/kW (máx. 1.830 €) si se instalan radiadores de baja temperatura. Nota: Estas ayudas se tramitan a través de cada comunidad autónoma y exigen ciertos requisitos técnicos, como cumplir el RITE y un rendimiento estacional SPF > 2,5 en las bombas eléctricas. No cubren equipos fósiles; de hecho, desde 2025 ya no se subvenciona la sustitución de calderas de gasóleo o gas por otras de combustible fósil.
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Ayudas del Plan de Rehabilitación (MITMA, fondos NextGen): Paralelamente, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) impulsa subvenciones a la rehabilitación energética de edificios y viviendas (fondos Componente 2 del PRTR, 3.420 M€). Reguladas por el Real Decreto 853/2021, distinguen dos programas clave en vigor hasta 2026: Programa 3 (rehabilitación a nivel de edificio) y Programa 4 (mejora energética de viviendas individuales). La instalación de aerotermia encaja en ambos:
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Programa 4 (Viviendas individuales): Ayuda obras en viviendas unifamiliares o pisos habitación habitual que mejoren su eficiencia al menos un 7% en demanda de calefacción/refrigeración o un 30% en consumo de energía primaria no renovable. Cambiar una caldera por aerotermia típicamente cumple esa reducción de consumo, facilitando el acceso a la ayuda. La subvención cubre el 40% del coste de la actuación, con un máximo de 3.000 € por vivienda (inversión mínima 1.000 €). Por ejemplo, si la instalación cuesta 7.500 €, se podrían obtener 3.000 € (40%). Importante: Para acreditar el ahorro logrado, se requiere un certificado energético antes y otro después de la obra. Este programa está abierto a propietarios, usufructuarios o inquilinos (con autorización) de la vivienda habitual, y se tramita ante la comunidad autónoma (las convocatorias están operativas hasta finales de 2025 e incluso 2026, o hasta agotar fondos).
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Programa 3 (Edificios completos – comunidades de vecinos): Dirigido a comunidades de propietarios u otros propietarios agrupados, para reformas energéticas integrales del edificio (puede incluir la instalación o sustitución del sistema central de calefacción/ACS por aerotermia). Aquí las exigencias son mayores: la actuación debe lograr al menos un 30% de ahorro en consumo de energía primaria no renovable del edificio y, en la mayoría de casos, también una reducción de la demanda térmica (entre un 25% y 35% dependiendo de la zona climática). A cambio, las ayudas son más cuantiosas: se financia entre el 40% y el 80% del coste de la rehabilitación energética, con límites por vivienda que van desde 6.300 € hasta 18.800 € por piso beneficiado, según el porcentaje de ahorro alcanzado. Por ejemplo, un edificio que reduzca su consumo un 35% podría obtener hasta ~6.300 € por vivienda; si alcanzase ahorros ≥60%, hasta 18.800 € por vivienda. Además, hay complementos: si la obra retira elementos con amianto, suma hasta 1.000 € extra por vivienda; y en caso de viviendas con residentes vulnerables económicamente, la ayuda a esa unidad puede llegar al 100% del coste (cubriendo íntegramente la aerotermia para familias vulnerables, con tope de 15.750–23.500 € según ahorro). Estas ayudas colectivas requieren el acuerdo de la comunidad y la tramitación suele hacerla el presidente o un gestor de rehabilitación. El pago puede adelantarse parcialmente y se liquida al justificar la obra. Nota: Si el edificio se sitúa en un entorno declarado de rehabilitación (barrios ERRP), puede haber porcentajes de ayuda aún mayores que los estándar del Programa 3.
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¿Cómo solicitar estas ayudas? En todos los casos, las subvenciones NextGen se gestionan a través de cada Comunidad Autónoma, que convoca las solicitudes y aplica sus plazos y procedimientos. Es fundamental informarse en la web de la comunidad (vivienda o energía) para presentar la solicitud en el plazo habilitado, aportando el proyecto o presupuesto y certificados energéticos requeridos. Por lo general, las ayudas se conceden por orden de solicitud hasta agotar fondos, así que conviene no demorar la petición. También es recomendable contar con un instalador o técnico homologado que prepare la documentación y asegure que la instalación cumple los criterios (por ejemplo, la aerotermia debe ser posterior al 1 de julio de 2021 para optar a los fondos PRTR).
Ayudas autonómicas específicas en 2025
Además de implementar los programas nacionales anteriores, algunas Comunidades Autónomas ofrecen ayudas propias o complementarias para la instalación de sistemas eficientes como la aerotermia. Estas iniciativas, conocidas popularmente como planes Renove u otros programas regionales, varían según la comunidad. En 2025 destacan, por ejemplo:
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Comunidad de Madrid: Aparte de canalizar las subvenciones del Plan de Recuperación (programas 3 y 4), Madrid lanzó el Plan Renove de Calderas y Calentadores Individuales. Este plan (gestionado por Fenercom) subvencionó desde finales de 2022 la sustitución de equipos antiguos de calefacción y ACS domésticos. Aunque estuvo enfocado en calderas de condensación de gas (350 € de ayuda) y calentadores estancos de bajo NOx (150 € de ayuda), animó a reemplazar sistemas obsoletos por otros más eficientes. ¿Y la aerotermia? Si bien el plan madrileño no bonificaba directamente bombas de calor, muchos beneficiarios optaron por la aerotermia al retirar sus calderas. Actualmente los fondos están agotados, pero no se descarta que la Comunidad lance nuevas ediciones en el futuro. Conviene revisar la web de la Consejería de Energía o Medio Ambiente de Madrid para futuras convocatorias.
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Comunidad Valenciana: La Generalitat, a través del IVACE, ha tenido históricamente un Plan Renove de Calderas y Aerotermia. En ediciones previas (2019–2020) ofreció un incentivo fijo (~400 €) por sustituir calderas antiguas por equipos eficientes (incluyendo bombas de calor). En 2025, dicho plan no estaba activo temporalmente, pero está previsto que el gobierno autonómico lo reactive con nuevas dotaciones. Los interesados en la Comunidad Valenciana deben estar atentos a IVACE o la Conselleria de Energía, ya que un plan renove reeditado podría subvencionar parte del coste de instalar aerotermia en viviendas (posiblemente con cuantía fija y tramitación mediante instaladores adheridos).
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Cataluña: La Generalitat de Catalunya gestiona las ayudas NextGen mediante el ICAEN (Instituto Catalán de Energía) y Agencia de la Vivienda. En 2025 disponía de convocatorias para los programas de rehabilitación energética, similares a las estatales. Además, para municipios pequeños, Cataluña participa en el Programa PREE 5000: destinado a poblaciones de menos de 5.000 habitantes, este programa cofinanciado ofrece subvenciones de hasta el 80% del coste de actuaciones si logran más del 60% de ahorro energético. La instalación de aerotermia en una vivienda rural, por ejemplo, podría beneficiarse de estos porcentajes elevados. En general, las ayudas catalanas cubren entre el 40% y el 70% del coste de la mejora según la magnitud del ahorro (alineado con los tramos de Programas 3 y 4), pudiendo alcanzar incluso el 100% en casos sociales. Es recomendable consultar la web del ICAEN para acceder a los portales de ayuda por provincias.
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Andalucía: La Junta de Andalucía, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, ha gestionado varios programas de incentivo. Con fondos NextGen lanzó en 2022 una convocatoria específica de “Incentivos para instalaciones de energías renovables térmicas”, dotada con 21,8 M€ para subvencionar sistemas como la aerotermia en el sector residencialagenciaandaluzadelaenergia.es. Este programa tuvo una gran acogida y cerró en julio de 2024 al agotarse los fondosagenciaandaluzadelaenergia.esagenciaandaluzadelaenergia.es. Asimismo, Andalucía ejecutó el plan estatal de autoconsumo y renovables térmicas (RD 477/2021), cuyo plazo se cerró el 31 de diciembre de 2023 tras distribuir 332,3 M€ en ayudasagenciaandaluzadelaenergia.esagenciaandaluzadelaenergia.es. De cara a 2025, la Junta puede reabrir convocatorias si recibe ampliación de fondos (ha habido sucesivas ampliaciones en programas de rehabilitación). Se recomienda revisar la sección “Ayudas y subvenciones” de la Agencia Andaluza de la Energía, donde además publican listados de beneficiarios y manuales para tramitar las solicitudes.
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Otras regiones: La mayoría de autonomías cuentan con programas similares. Por ejemplo, el País Vasco (EVE) y Navarra tienen planes de eficiencia energética propios que complementan las ayudas nacionales, a veces con créditos blandos o deducciones fiscales autonómicas. Galicia suele lanzar Planes Renove de equipamientos térmicos (calderas, bombas de calor, etc.) mediante el INEGA. Cantabria, Extremadura, Castilla y León, etc., canalizan los fondos NextGen e incluso ofrecen bonificaciones adicionales para fomentar las renovables (algunas cubren también parte del coste de instalación eléctrica necesaria para la bomba de calor). Dado que cada comunidad autónoma tiene calendarios y requisitos específicos, es fundamental consultar la web oficial de energía o vivienda de la comunidad para ver qué convocatorias 2025 están disponibles en tu zona y los plazos (muchas comunidades mantienen las ventanillas abiertas hasta finales de 2025, salvo que se agoten antes los fondos asignados).
Beneficios fiscales por eficiencia energética (IRPF y otros)
Además de las subvenciones directas, en 2025 continúan importantes incentivos fiscales para quienes mejoren la eficiencia energética de sus viviendas, incluyendo la instalación de aerotermia:
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Deducciones en el IRPF por obras de mejora energética: El Gobierno de España ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2025 las deducciones fiscales en el IRPF por inversiones que reduzcan el consumo de energía en viviendas. Estas deducciones (introducidas originalmente en 2021) abarcan tres tramos, aplicables en la declaración de la renta del contribuyente, según el tipo de mejora lograda:
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Deducción del 20% (máximo 5.000 € de base deducible por año): Por obras que reduzcan al menos un 7% la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda habitual. Instalar aerotermia puede lograrlo si sustituye equipos menos eficientes, especialmente si se combina con mejoras básicas de aislamiento. Esta deducción está pensada para pequeñas mejoras en la vivienda habitual del contribuyente (ej.: cambiar sistema de calefacción, ventanas, etc., sin rehabilitación integral). Si el gasto supera el límite anual, se puede deducir en ejercicios posteriores, con tope acumulado de 5.000 €/año hasta 2025.
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Deducción del 40% (máximo 7.500 € de base deducible por año): Por obras en la vivienda habitual que consigan reducción de al menos un 30% en el consumo de energía primaria no renovable, o bien mejoren la calificación energética de la vivienda a letra “A” o “B”. Instalar una bomba de calor aerotérmica suele reducir drásticamente el consumo de energía primaria (especialmente si sustituye calderas de gas/diésel, dado que la aerotermia tiene rendimientos 300-400%). Con un certificado energético antes/después se debe acreditar dicho salto (por ejemplo, bajar de consumo E a C, o a B). Esta deducción del 40% también aplica solo a la vivienda habitual del contribuyente y comparte el límite máximo de 7.500 € anuales deducibles (exceso aplicable en 4 años, con máximo acumulado de 15.000 € en total).
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Deducción del 60% (máximo 15.000 € de base deducible en total): Es la más alta y se orienta a rehabilitaciones energéticas de edificios residenciales completos. Los contribuyentes pueden deducir el 60% de lo aportado en obras que reduzcan al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable del edificio o que lleven la certificación global del edificio a clase A o B. Por ejemplo, si una comunidad de propietarios instala aerotermia centralizada y aisla fachadas logrando un 50% de ahorro, cada vecino podría deducir el 60% de su gasto (hasta 15.000 € máximo por persona sumando ejercicios). Esta deducción es aplicable tanto en vivienda habitual como en segundas residencias ubicadas en edificios predominante residenciales (no exige que sea la vivienda principal, a diferencia de las anteriores). Requiere igualmente certificados energéticos pre y post obra registrados oficialmente, que demuestren el ahorro obtenido. Al haberse extendido el plazo, las obras deben estar terminadas y certificadas antes de 2026 para poder aprovechar la deducción.
Importante: Estas deducciones no son incompatibles con las subvenciones directas, pero la base de gasto a deducir debe minorarse en la parte subvencionada. Es decir, uno primero aplica las ayudas recibidas (que reducen el coste efectivo de la obra) y sobre el importe pagado de su bolsillo puede practicar la deducción en renta. Por ejemplo, si la instalación de aerotermia costó 10.000 € y recibió 3.000 € de subvención, la deducción IRPF se calcularía sobre los 7.000 € restantes pagados por el contribuyente. Además, se exige estar al corriente de pago y disponer de las facturas nominativas y certificados energéticos para justificar ante Hacienda. Gracias a la prórroga aprobada a finales de 2024, se podrán aplicar estas deducciones en las declaraciones de renta de 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025, siempre que el certificado posterior a obra se emita antes del 1 de enero de 2026.
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Bonificaciones locales (IBI, ICIO): Algunos ayuntamientos incentivan las mejoras de eficiencia con rebajas en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles o exenciones en la tasa de obras (ICIO). Por ejemplo, ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, etc., han aprobado bonificaciones de IBI de hasta 50% durante 3 años a inmuebles que instalen energías renovables (históricamente aplicadas sobre todo a paneles solares). En el caso de la aerotermia, no está tan extendida la bonificación específica, pero si la instalación contribuye a elevar la calificación energética del edificio, podría encajar en ordenanzas municipales de bonificación por eficiencia (algunas ciudades bonifican A o B energéticas). Conviene consultar en cada municipio: muchas veces estas rebajas fiscales se solicitan tras la obra, presentando el certificado de eficiencia energética mejorado. Asimismo, para instalaciones renovables, bastantes ayuntamientos perdonan o reducen el ICIO (impuesto de construcciones) – por ejemplo, un 90-95% de descuento – al tramitar la licencia/comunicación de obra, lo que supone un pequeño ahorro añadido.
Instalaciones individuales vs colectivas: diferencias y condiciones
¿Qué diferencias hay entre instalar aerotermia en una vivienda individual y en una comunidad de vecinos? Además del alcance del proyecto, las ayudas disponibles y requisitos pueden variar:
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Requisitos técnicos y objetivos energéticos: En una vivienda individual (unifamiliar o piso), la sustitución de la calefacción por aerotermia se considera una actuación puntual. Para acceder a subvenciones tipo Programa 4, basta con lograr un 7% de reducción en demanda o 30% en consumo – algo factible simplemente por la mayor eficiencia de la bomba de calor. En cambio, en una instalación colectiva (p.ej. poner una bomba de calor centralizada para todo un edificio), normalmente se enmarca en una rehabilitación integral: el listón mínimo es ≥30% de ahorro energético global del edificio, lo que a veces implica combinar la aerotermia con otras mejoras (aislamiento de fachada, etc.) para alcanzar los umbrales exigidos. Además, en edificios de ciertas zonas climáticas frías se pide reducir un 25–35% la demanda térmica del edificio, obligando a intervenir en la envolvente. En resumen, instalar aerotermia en individual suele cumplir por sí solo los criterios de eficiencia para ayudas básicas, mientras que en colectivo se plantea como parte de una actuación más amplia de ahorro energético.
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Cuantía de ayudas disponibles: Las subvenciones por una instalación individual de aerotermia están topadas a importes más bajos (ej. ~3.000 € del programa NextGen por vivienda, o ~5.000 € si se combinan varias ayudas extra). En cambio, en un proyecto colectivo las ayudas se multiplican por vivienda y permiten importes muy superiores: el Programa 3 ofrece hasta 18.800 € por vivienda rehabilitada en el mejor de los casos, y los porcentajes de cobertura del coste pueden llegar al 80% (incluso 100% para vecinos vulnerables). Por ejemplo, supongamos un edificio de 10 viviendas que instala una bomba de calor comunitaria eficiente, logrando un 35% de ahorro: podría obtener en torno a 6.300 € × 10 = 63.000 € en ayudas (repartidas entre los propietarios), monto muy superior a los ~3.000 € que obtendría cada uno por separado si actuaran individualmente. Adicionalmente, a nivel fiscal, las deducciones IRPF alcanzan el 60% en rehabilitaciones colectivas, frente al 20–40% individual. En resumen, las actuaciones colectivas logran economías de escala y mayor apoyo económico por vivienda, dado que consiguen ahorros energéticos más drásticos.
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Procedimiento y gestión: Para una vivienda individual, el trámite de la ayuda suele ser más sencillo: el propietario contrata un instalador, obtiene las facturas y certificados, y presenta la solicitud (muchas comunidades permiten que la propia empresa instaladora gestione la subvención en representación del cliente). En instalaciones comunitarias, se requiere acuerdo de la comunidad de propietarios (normalmente aprobado en junta por mayoría cualificada según la Ley de Propiedad Horizontal, al ser una obra de mejora energética que puede requerir contribución de todos). Se recomienda nombrar un representante o “agente rehabilitador”, que puede ser la administradora de fincas o una empresa especializada, para coordinar el proyecto, tramitar la subvención y gestionar técnicos y proveedores. La comunidad deberá obtener un certificado energético del edificio antes y después de la reforma (a nombre de la comunidad). Asimismo, en proyectos grandes es común solicitar anticipos o financiación puente: por ejemplo, el programa de Madrid permitió anticipar el 50% de la ayuda concedida a edificios, bajo ciertas condiciones. La comunidad debe asegurarse de cumplir plazos de ejecución y justificación (habitualmente 12-18 meses de obra, con cierre antes de junio de 2026 para los fondos PRTR). De no hacerlo, tendría que reintegrar la ayuda adelantada con intereses, así que la planificación rigurosa es clave.
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Tipo de instalación y beneficios energéticos: En una vivienda individual, la aerotermia suele consistir en una única bomba de calor exterior conectada a la climatización/ACS de esa vivienda. En edificios, existen dos enfoques: instalar un sistema centralizado (una o varias bombas de calor de gran potencia que den servicio a todos los pisos vía circuito de agua central, sustituyendo a la antigua caldera comunitaria) o sistemas individualizados por vivienda (por ejemplo, cada piso instala su propia aerotermia, a veces aprovechando la obra conjunta para volumen de compra). Ambos esquemas son subvencionables; no obstante, si el edificio tiene calefacción central previa, optar por un sistema central de aerotermia puede simplificar la obra y maximizar el ahorro global. En cambio, en edificios sin calefacción central, puede ser más sencillo que cada vecino que quiera instale su equipo (aunque en este caso, cada uno debería solicitar las ayudas individuales por separado). Un beneficio de actuar colectivamente es que el edificio entero mejora de calificación energética, lo cual redunda en mayor valor de las viviendas y posibilita las deducciones IRPF del 60% a todos los propietarios. Por su parte, quienes instalan individualmente pueden beneficiarse de 20%–40% de deducción si cumplen los requisitos de ahorro en su vivienda, pero no logran la profunda mejora global que sí consigue una rehabilitación conjunta.
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Advertencias y consejos prácticos: Para instalaciones individuales, se aconseja verificar la elegibilidad de la bomba de calor elegida (debe ser aire-agua y eficiente; las aire-aire no optan a estas ayudas). Solicita siempre certificado energético antes y después si quieres deducción IRPF, y guarda las facturas detalladas. En comunidades, es crítico informar y concienciar a los vecinos sobre las ventajas (la cuota de obra se amortiza con las ayudas y el ahorro en combustible), para lograr el acuerdo. Buscad asistencia de profesionales: un proyecto técnico integral puede combinar aerotermia con mejoras de aislamiento y así alcanzar mayores ahorros (accediendo al tramo de 65% o 80% de subvención). Aprovechad también las ventanas únicas de rehabilitación que muchas CCAA y ayuntamientos han creado para asesorar gratuitamente a comunidades de vecinos. Y, fundamental: cumplid los plazos y condiciones de justificación – por ejemplo, Madrid exige acabar obras antes de junio 2026. Si se reciben anticipos, hay que completar la actuación o tocará reintegrarlos.
En conclusión, 2025 es un año propicio para instalar aerotermia en España gracias a la combinación de subvenciones europeas, ayudas autonómicas y desgravaciones fiscales nunca antes vistas. Un hogar puede financiar una porción significativa de la inversión (40% o más) mediante subvenciones directas, y recuperar otra parte vía IRPF, reduciendo notablemente el plazo de amortización de la bomba de calor. Estos incentivos están alineados con los objetivos del Pacto Verde Europeo de descarbonización al 2050, promoviendo que viviendas y edificios españoles den el salto tecnológico de antiguas calderas contaminantes a sistemas renovables eficientes. Si estás considerando poner aerotermia, infórmate en fuentes oficiales (IDAE, boes, webs autonómicas) y no dudes en aprovechar estas ayudas – tu bolsillo y el medio ambiente lo notarán. ¡Eso sí, date prisa en solicitarlas mientras estén vigentes y los fondos duren!
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